Qué causas justifican un despido procedente. La conservación del trabajo siempre es una preocupación entre la población, y en medio de una pandemia como la que estamos viviendo lo es aún más. Para muchos trabajadores el despido sobrevuela como una amenaza y puede hacerlo por diferentes motivos, ante lo que surgen algunas dudas. Me están aplicando un despido procedente o por el contrario no hay causa justificada para perder mi empleo. En este artículo desarrollamos los supuestos por los que una empresa puede decidir prescindir de los servicios de un trabajador. 

Hablamos de un despido procedente cuando el proceso se ha realizado de forma correcta por parte de la empresa y existen motivos justificados para que el empleado pierda su puesto de trabajo. Pero ¿Quién decide si el despido es procedente o no lo es? A menudo la población tiende a pensar que el despido procedente es un tipo de despido, pero no lo es. Es un término adoptado por los jueces para establecer que se ha procedido de forma correcta y conforme a la ley por parte de la corporación correspondiente. 

¿En qué momento determina un juez que un despido es procedente? 

Para que un juez se pronuncie al respecto de un despido, debe existir la iniciativa del empleado de denunciar que su pérdida de trabajo no se ha realizado de forma correcta. Por ello, asesorarse con un especialista legal será prioritario por varias razones. En primer lugar estudiará si en el caso particular las sospechas del afectado son acertadas o no, y si existen pruebas suficientes para poder demostrarlo. De lo contrario estaremos perdiendo esfuerzo, tiempo y dinero en una batalla legal casi imposible de ganar.

Cuando una empresa decide prescindir de los servicios de alguien lo hace a través de un despido y este puede ser disciplinario o despido objetivo. Posterior será la valoración de si la empresa ha operado de forma correcta o no.

Bases de un despido disciplinario

El despido disciplinario no necesita ser avisado por parte de la empresa con antelación. Viene motivado por una conducta grave por parte del trabajador, motivo por el cual este no tendrá derecho alguno a indemnización. Sin embargo, sí le corresponde un finiquito y el paro correspondiente.

Entre las causas que llevan a la empresa a un despido disciplinario encontramos las siguientes:

  • Falta de compromiso con el puesto de trabajo. Entre ellas conductas relacionadas con ausencias sin motivo justificado o falta de cumplimiento con los horarios establecidos en el contrato del trabajador. 
  • Problemas de actitud. Tener un empleado que no acepta las normas en su desempeño profesional, es un motivo justificado para prescindir de él.
  • Agresiones verbales o físicas. Las faltas en la conducta del trabajador no se aceptan en un puesto de trabajo, tanto las dirigidas al empresario, como aquellas que puedan hacerse entre los propios trabajadores. 
  • Transgresión de los límites contractuales. En el cumplimiento de lo establecido en el contrato por las las partes implicadas se presupone la buena fe en el ejercicio. Sin embargo, a menudo se actúa con mala intencionalidad de forma consciente. Extralimitarse en el acuerdo puede desencadenar una pérdida del empleo.
  • Caída del rendimiento en el trabajo. Una disminución del rendimiento en el empleo es un motivo de despido, pero esta justificación debe cumplir con unos criterios claros, para evitar que las empresas aleguen este motivo sin causa real. Para ello el descenso en el rendimiento debe observarse durante un periodo de tiempo continuado y no de forma puntual. Además, el descenso debe poder compararse con un momento anterior, para poder justificar que hay una pérdida de rendimiento real. Así mismo, debe quedar claro que la pérdida no está motivada por otros motivos ajenos al trabajador, como pueden ser cambios en el sector, en el mercado o relacionados con la empresa en general.
  • El consumo de sustancias que impidan al trabajador estar en las condiciones óptimas para el desempeño de su puesto de trabajo. Las adicciones, pueden suponer un riesgo en el trabajo, por ello los hábitos no saludables están tipificados como un motivo disciplinario de pérdida de trabajo.
  • El acoso laboral. Por desgracia nos encontramos con espacios de trabajo donde el acoso está presente por motivos de género, de edad, de raza… Cualquier actitud abusiva será considerada disciplinaria en un despido.

Cada caso es diferente y cada entorno laboral tiene sus matices. Por ello animamos a empresarios y trabajadores a poner en manos legales expertas este tipo de aspectos, no solo para solucionar situaciones de conflicto presentes, sino para prevenir otras futuras.

Foto de Personas creado por aleksandarlittlewolf – www.freepik.es